Cuerdas tensas ,
las mejillas, destrozadas
sacuden sus raíces
sepultan su pasado.
Era como cristal pulido
una flor sin espinas
tejía sueños tan delgados
como el arco de su flecha.
Joven como la mañana luminosa
lloró su choza en ruinas,
extraños venidos de lejos
asaltaron su inocencia ,
apagaron las partículas de luz
de su juventud nativa.
En el peñasco de su dolor
se inmovilizó su risa .
Stella Maris Taboro
(del libro de poemas Flor de la Tierra )
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